8/14/2010

Los OVNIS —¿Será verdad la ciencia-ficción?

¡Que se cae el cielo! ¡Que se cae el cielo!
La Gallina Pequeña

Los cielos han mantenido durante largo tiempo su fascinación, y han inducido temor, a los habitantes de la Tierra. Los estudios de arqueología y de antropología han mostrado que «la idea que contempla al cielo como el lugar en que mora el Ser Supremo, o como idéntico a El, es tan universal entre la humanidad como lo puedan ser las creencias religiosas, y se puede trazar hasta las más primitivas etapas culturales que conocemos».1 La propia existencia de una actitud así es suficiente para asegurar que los sucesos atmosféricos —incluyendo los naturales— tendrían un gran efecto sobre la psicología humana. Pero los acontecimientos que tienen lugar en las alturas inducen una reacción aun más emocional, debido a un complejo conjunto de respuestas interrelacionadas al concepto de «alto» tal como los humanos lo experimentan.

Un hecho claro es que la altura confiere un campo más amplio de visión —y por lo tanto de información superior. La idea de una localización elevada viene a ser asociada con mandato, autoridad y conocimiento, y su contraria, la localización baja (como queda simbolizado en el postramiento), queda asociada con subordinación y falta de conocimiento. Estos solos elementos son probablemente suficientes para explicar el hecho de que se contemplase el concepto de lejanía en las alturas como expresando un elemento de superioridad y, posiblemente, de temibilidad. Añadiéndose a esta común experiencia hay implicaciones más amplias que nos es difícil imaginar, y mucho más experimentar: la total libertad de las limitaciones espaciales, y el fuerte contraste con nuestro mundo que el cielo parece representar. Todas estas respuestas psicológicas y fisiológicas quedan reunidas en un complejo sentimiento que contiene maravilla, reverencia, deseo y terror.

Estas cualidades quedan especialmente patentes en nuestras reacciones a acontecimientos celestiales que se apartan de nuestras previsiones y de nuestras capacidades de desarrollar una respuesta. Los escritores bíblicos se refieren frecuentemente a los «signos en el cielo» como indicación de juicio y cataclismo pendiente; y en las Escrituras se conecta coherentemente la sucesión de acontecimientos desacostumbrados en los cielos y los «últimos días» que preceden a la venida del Mesías en poder y en juicio. Según Joel, el Señor dice: «Y daré prodigios en el cielo y en la Tierra ...» (Joel 2:30). El mismo Señor Jesús, mismo, al dar un descriptivo sumario de los últimos días, remató su descripción con una referencia a señales celestes: «Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales en el cielo» (Lucas 21: 10-11).

La Gallina Pequeña no fue la primera en dar la alarma sobre las maravillas, portentos y signos de los cielos, ni tampoco la última. Desde los antiguos folkloristas hasta los escritores actuales de ciencia-ficción, aquellos que quieran absorbernos y fascinarnos sólo tienen que señalar al cielo. En la actualidad el firmamento celeste vuelve a estar lleno de sucesos extraños y perturbadores; en los últimos 30 años un fenómeno global de misterio y de intriga ha capturado la atención del público y alimentado su imaginación.


LA REALIDAD DE LOS OVNIS

Nos referimos a los Objetos Volantes No Identificados, u OVNIS, tal como han llegado a ser conocidos de manera universal. Abundan las teorías sobre su naturaleza y origen, y continúan proliferando diariamente otras nuevas, pero el fenómeno es diabólicamente esquivo, y nadie ha podido «demostrar» sobre ellos otra cosa que el hecho general de que «existen».2 En 1973, una encuesta Gallup estimó que unos 15 millones de americanos afirman haber visto OVNIS. Aunque una gran proporción de las observaciones puede ser atribuida a malas interpretaciones de fenómenos naturales, es la firme conclusión de docenas de científicos y de expertos de todo el mundo que una cantidad muy significativa de las observaciones (20-30 %) son verdaderos fenómenos aéreos que no permiten ninguna explicación «científica». Este juicio está basado en más que en solas observaciones. Efectuando una estimación prudente, son unos 2.000 los casos de encuentros humanos con OVNIS y sus ocupantes en tierra, y unos 700 casos en los que se ha dejado evidencia física de su estancia. Se han detectado en las pantallas de radar a velocidades increíbles, se les ha disparado desde reactores de caza y con misiles antiaéreos sin ningún resultado; desarrollan potentes cargas electromagnéticas, provocando a menudo averías en máquinas y circuitos eléctricos; provocan reacciones de temor en los animales, y a menudo provocan profundos trastornos psicológicos en los seres humanos.

Un estudio histórico revela que se registraron observaciones de extraños objetos en documentos del pasado reciente y antiguo. Es interesante ver que estos registros parecen indicar que los OVNIS se han adaptado al medio cultural y a las capacidades tecnológicas de los observadores. La mitología amerindia describe «cestos que descendían del cielo», y los indios Sioux dicen que la «gente del cielo» volvía a su hogar transformándose en flechas y ascendiendo en esta forma.3 En el siglo XIX aparecieron OVNIS en grandes centros de población como Chicago y San Francisco, con la apariencia de «naves más ligeras que el aire» fantásticas, en la mejor tradición de la ciencia-ficción del Julio Verne entonces contemporáneo, mostrando hélices, escotillas, antenas, y brillantes focos que se dirigían al suelo (Fig. 1). Hay numerosos «testigos oculares de una gigantesca nave aérea que atravesó América en 1879, con toda su tripulación cantando, por la razón que fuera, Abide With Me».4 Estos sucesos fueron relativamente infrecuentes hasta los tiempos en que vivimos, cuando se efectuaron observaciones de OVNIS por parte de pilotos de todas las naciones durante la Segunda Guerra Mundial. Las observaciones fueron tan frecuentes entre los pilotos aliados, que les dieron el apodo de «foo-fighters», término que vino a ser estándar en informes de vuelo. Después de la guerra hubo un periodo de calma hasta junio de 1947, cuando una observación a gran altura dio origen a una oleada de excitación, investigación y controversia que ya no ha cesado. Ken Arnold, hombre de negocios de Idaho, estaba pilotando su propio avión cerca del Monte Rainer, en Washington, cuando vio nueve discos brillantes, aparentemente metálicos, volando en formación a velocidades increíbles, que él estimó excedían los 1.500 km/h. Al describir el peculiar vuelo de los mismos. Arnold dijo que se movían «como platillos deslizándose por el agua» y a causa de esta declaración casual improvisada nació el término «platillos volantes». Después de que Arnold encendiera la excitación pública de manera involuntaria en 1947, han sido varias las oleadas de observaciones y fascinación consiguiente, que son conocidas como «flaps». Hubo flaps internacionales en 1954, 1965, 1967, y 1972-73.

Los objetos mismos son generalmente circulares y ligeramente convexos, mas o menos como Arnold los describió, pero también aparecen a menudo en formas distintas, tales como «cigarros», esferas, o cilindros; un investigador que quiso catalogar «las formas descritas más frecuentes» coleccionó treinta y dos variedades distintas.5 Sus características físicas son desconcertantes —generalmente son luminosos, brillantes, y etéreos—; a menudo muestran luces intermitentes y focos potentes. Son por lo general silenciosos, pero a veces zumban, o también rugen. Sus movimientos y maniobras son aún más enigmáticos —se sabe que cambian su forma de manera instantánea; a veces se «materializan» como si llegaran de ninguna parte, pero más a menudo se «desvanecen» en el aire en medio de una observación. Han efectuado, bajo observación humana y de radar, maniobras aéreas increíbles, tales como giros de noventa grados a velocidades de varios miles de kilómetros por hora, y se les ha cronometrado a velocidades de hasta 25.000 km/h. No sólo presentan características difíciles de explicar, sino que éstas aparecen contradictorias de un incidente a otro. El físico James McCampbell, hablando en un Simposio de OVNIS en 1975, presentó un sucinto análisis de los problemas que se encuentran en el estudio científico de las características de los OVNIS: «Por la evidencia que se halla en los lugares de aterrizaje queda poca duda de que los OVNIS son objetos pesados, ponderables, cuando están en reposo. Pero en vuelo, sus partidas asombrosas, paradas repentinas, y giros en ángulo recto exigen que virtualmente no posean ninguna masa». Al delinear su comportamiento y características, McCampbell compiló la siguiente tabla:

COMPORTAMIENTO
Levitación.
Aceleraciones y deceleraciones extremas.
Giros casi en ángulo recto.
Ausencia de choque sónico.
Propulsión.
EFECTOS ATMOSFÉRICOS
Nubes envolventes.
Halos coloreados (que cambian con la aceleración).
Brillo deslumbrador.
Colas luminosas y nubes de rastro.
ZONAS DE ATERRIZAJE
Olores picantes.
Tierra cocida.
Materia orgánica carbonizada.
INTERFERENCIA ELÉCTRICA
Motores de explosión.
Faros.
Radio y televisión.
Transmisión de energía eléctrica.
RESPUESTAS FISIOLÓGICAS
Zumbidos.
Calentamiento del cuerpo.
Parálisis.
Choque eléctrico.
Quemaduras cutáneas.
Perturbaciones emocionales.
REACCIONES ANIMALES
Temor o pánico.
Parálisis.

Continuó señalando que las características de vuelo de los OVNIS solamente se podrían conseguir si fueran capaces de «a) Derrotar a la gravedad con un pequeño gasto de energía, b) anular su masa para permitir rápidas aceleraciones con pequeñas fuerzas, y c) eliminar su resistencia al aire». Rascándose la cabeza, concluyó con una mirada interrogante, «pueden ser de un orden que sea incomprensible para siempre para la humanidad... Por otra parte, una masa increíble de datos apunta inequívocamente a la realidad física de los objetos, por lo menos durante parte del tiempo»6 (énfasis añadido).

Otros investigadores competentes han llegado a conclusiones similares. Entre ellos está el prominente físico francés Jacques Vallee, quien declara: «Ellos (los OVNIS) están construidos como aparatos físicos (hecho que hace tiempo parece innegable) y como artificios psíquicos, cuyas propiedades exactas todavía han de ser definidas».7 El físico J. Lemaitre, escribiendo en la prestigiosa revista sobre OVNIS Flying Saucer Review, da este sumario: «Por lo tanto podemos concluir que es imposible interpretar el fenómeno OVNI en términos de naves espaciales materiales tal como nosotros las concebimos, o sea, como maquinaria autopropulsada reteniendo su naturaleza material y su estructura mecánica para viajar de un sistema solar a otro sistema solar atravesando la distancia que separa estos sistemas por el continuo Einsteniano».8 John Keel, uno de los investigadores más respetados dentro de este campo, señaló que «una y otra vez, los testigos me han dicho bajando la voz: “¿Sabe? no creo que lo que vi fuera algo mecánico. Recibí la clara impresión de que estaba viva”».9

Dos de los investigadores más respetados, responsables y experimentados (Vallee y J. Allen Hynek) concluyen que, aunque la teoría de que los OVNIS sean «naves de alguna nación que hace pruebas secretas, o de alguna civilización extraterrestre» sea atractiva, no se puede aceptar en la actualidad: «Si realmente los OVNIS son “aparatos de tornillos y de tuercas” de una tercera persona, nos queda aun por explicar cómo unos materiales tan tangibles pueden desvanecerse ante nuestra vista, o cambiar de forma, o “materializarse” misteriosamente delante de nosotros sin haber sido detectados por personas en las cercanías o en las ciudades de alrededor. Debemos preguntarnos también dónde se “esconden” los OVNIS cuando no se manifiestan ante la vista humana».10


EL WATERGATE CÓSMICO

Es innecesario decir que los varios gobiernos del mundo han llegado a actitudes cercanas al pánico cuando su espacio aéreo ha sido violado por escuadrones de OVNIS.1 A causa de ello, la Fuerza Aérea de los EE.UU. empezó un estudio de los OVNIS en 1947-48, que recibió el nombre de «Proyecto Sign». A últimos de 1948 llegaron a la conclusión de que los OVNIS eran reales, y estimaron que se trataba de naves interplanetarias. Al jefe de la Fuerza Aérea encargado del personal, Hoyt S. Vanderberg, casi se le atragantó la idea, y emitió una malhumorada orden al personal del Proyecto Sign: Corten estas fantasías de ciencia-ficción, o perderán el empleo. Así empezó la tapadera gubernamental que ha continuado hasta el día de hoy; el Proyecto Sign fue cambiado por el Proyecto Grudge, que emitió el Informe Grudge, echando ridículo a los hallazgos de Sign.

Una de las influencias más importantes en el enfoque tomado por el Proyecto Grudge fue el Panel Robertson, una reunión de distinguidos científicos que tuvo lugar principalmente con el propósito de impedir que el público tomara demasiado interés en los platillos votantes. La preocupación del Gobierno parece haber quedado en aquel entonces condicionada por asuntos de defensa nacional; un temor era que los rusos pudieran generar una oleada de «flaps» y bloquear las comunicaciones militares con miles de informes sobre OVNIS en el mismo momento en que estuviese planeada una agresión militar. Sobre esta base, el gobierno actuó sobre muchos canales (incluyendo el Panel Robertson) a fin de ahogar el interés público, y esto sin reparar en medios. Hasta se llegó a financiar películas de dibujos animados en los que Mickey Mouse aparecía ridiculizando a los OVNIS. Desafortunadamente para el Gobierno, el resultado fue precisamente el opuesto al que se intentaba. El claro intento de la campaña misma, combinado con los informes (ciertos) de que el Panel Robertson estaba financiado y controlado por la CIA, que pronto hallaron su camino a los medios de información, hizo que el público se preguntara qué era lo que el ejército estaba tratando de ocultar. Varios autores hicieron fama y fortuna escribiendo libros simplemente sobre la cantidad de información que la Fuerza Aérea guardaba secretamente.

Pero el Gobierno era lento en aprender; en 1956, cuando un OVNI aterrizó en pleno día en las cercanías de la carretera 70 cerca de las instalaciones de pruebas nucleares en los terrenos de prueba de White Sands, en Nuevo Méjico, se formó casi un caos. El increíble suceso, que duró unos diez minutos, fue testificado por docenas de personas, incluyendo a dos coroneles de la Fuerza Aérea; al llegar a este punto, el Gobierno empezó a considerar seriamente las consecuencias de un pánico público y actuó más profundamente para impedir publicidad y especulación. Los «flaps» de 1965 y 1967 dieron como resultado el Informe Condon de 1966-68, que negaba tanto el peligro como la realidad de los OVNIS. Esta continúa siendo la posición oficial del Gobierno, aunque la NASA se permite algunas especulaciones rebeldes.


LA RESPUESTA CIVIL:
EL DEBATE SOBRE LOS OVNIS

La persistencia del fenómeno OVNI, unida a la intransigencia gubernamental y al rechazo de efectuar investigaciones abiertas, ha conducido a la inevitable formación de grupos civiles para su estudio, muchos de los cuales están encabezados por competentes astrónomos, físicos y técnicos de las Fuerzas Aéreas, a los que les indignaba la manera en que el Gobierno manejaba el asunto. El doctor J. Allen Hynek, astrónomo y ex investigador para la Fuerza Aérea, es uno de los principales portavoces del movimiento civil.2 Afirma que está apoyado por unos 500 o 600 profesionales, incluyendo a numerosas personas en laboratorios gubernamentales. El propósito de estos grupos es el de informar al público sobre los OVNIS, para que, por medio de su acción, se pueda conseguir que los Gobiernos mundiales se dediquen otra vez a la investigación abierta.

En ambos aspectos, Hynek y sus compatriotas han conseguido el éxito. El General Carlos Castro Capero, del Ejército del Aire de España, y que ha observado OVNIS personalmente, dijo recientemente: «Muchos países están colaborando en la investigación sobre los OVNIS, y cuando se llegue a conclusiones definitivas ... será posible informar al mundo sobre la existencia de los OVNIS».11 También el Gobierno de los EE.UU. está volviendo a efectuar comprobaciones. El Proyecto Cíclope de la NASA, destinado a explorar los cielos para detectar transmisiones de radio emitidas por seres inteligentes, es un salto a partir de su presuposición básica: «Si las sociedades resuelven sus problemas y viven mil millones de años o más, parece que la galaxia debe estar abundantemente llena de vida inteligente. Existiría en este caso un club galáctico al que podríamos unirnos. Por otra parte, si las civilizaciones tienden a eliminarse mutuamente ... entonces lo más seguro es que la galaxia esté prácticamente carente de vida inteligente».12 Poniéndolo en otras palabras, la NASA cree que cualquier vida inteligente que nos contactase habría ya resuelto sus problemas y muy posiblemente habría también ya trascendido a las leyes de la física, lanzándose por el universo a la velocidad de la luz (o con más rapidez aún). Esta especie de carta blanca les sirve de excusa teórica (si no como explicación racional) para las increíbles características del comportamiento físico de los OVNIS.


FALLOS EN LA TEORÍA

La hipótesis extraterrestre está sostenida por un segmento influyente de científicos, investigadores y otras personas interesadas en los OVNIS. Tiene una excitante cualidad de ciencia-ficción, y es atractiva, apelando a nuestros deseos de mantener una apertura científica consistente con las maravillosas consecuciones técnicas, pero sus ventajas son tan solo superficiales. Mientras que es bueno señalar que casi cada una de las teorías sobre los OVNIS presenta dificultades en que no puede dar cuenta de algunas de las características que muestran, la explicación extraterrestre falla, no tan solo en esto, sino que además es bastante ingenua en varios asuntos capitales. En primer lugar, asume la existencia de seres extraterrestres, de la cual no hay ninguna evidencia objetiva; como un científico ha señalado: «No se ha observado ningún planeta terráqueo fuera de nuestro sistema solar de manera objetiva, ni se sabe de hecho que exista. La exobiología es todavía una “ciencia” sin datos, y por lo tanto no es ciencia».13

En segundo lugar, el análisis estadístico revela algunos problemas a los proponentes de esta hipótesis. Si suponemos la existencia de un millón de civilizaciones en el «exterior» lo suficientemente avanzadas como para fabricar naves de exploración espacial, es posible estimar cuántas naves tendrían que salir de cada planeta a fin de que una sola de ellas llegase a la Tierra: «Si tan solo un OVNI visitase la Tierra cada año, podemos calcular la cantidad media de lanzamientos que tendrán que tener lugar en este millón de mundos. El número de ellos es de 10.000 lanzamientos por año por civilización...» Después el autor comenta, prudentemente, que «esto parece excesivo».14 Los proponentes de la teoría responden diciendo que estamos recibiendo mucha atención (alterando de esta manera los cálculos estadísticos) debido a que nuestra civilización está pasando a través de una critica fase de transición a la condición de cósmicamente adulta, pero este argumento presenta más dificultades de las que soluciona, y origina un dilema lógico:

El imaginar que haya nada fantástico en lo que está sucediendo ahora aquí va en contra de la idea de que hay un montón de civilizaciones además de la nuestra. Si hay muchas de ellas, entonces el desarrollo de nuestra clase de civilización debe ser cosa bastante común. Y si no es bastante común, entonces no habrá suficientes civilizaciones avanzadas como para enviar visitantes.15

En tercer lugar, la teoría extraterrestre llega a conclusiones de una naturaleza profundamente «espiritual» a la vez que evita convenientemente esta controvertida etiqueta. Unas entidades que operan con completo desprecio de las leyes de la física, viajando a velocidades iguales o mayores que la de la luz, y que «han resuelto todos sus problemas», tendrían que ser clasificadas como «espirituales», sin que valgan los argumentos semánticos en contra.


LOS BAJOS FONDOS DE LOS OVNIS

En 1959, el psicólogo suizo Carl Gustav Jung publicó un significativo y discutido libro titulado Flying Saucers: A Modern Myth of Things Seen in the Skies (Los Platillos Volantes: Un Mito Moderno de Visiones Celestes). La tesis de este libro fue que los OVNIS no eran aparatos físicos, sino «rumores visionarios» y que tenían un significado psicológico y religioso más que interplanetario. El libro de Jung estaba errado y —desde el punto de vista bíblico— era bastante superficial en muchos puntos, pero representó una manifestación de perspicacia en su percepción singular de los aspectos espirituales y religiosos del fenómeno OVNI, que estaban siendo ignorados.

De hecho, la verdadera emergencia de la OVNIlogía como «mitología en embrión», en lugar de ciencia-ficción medio seria, tuvo lugar algunos años antes de la publicación del libro de Jung cuando, en 1953, Desmond Leslie y George Adamski publicaron su libro Flying Saucers Have Landed (Los Platillos Volantes han Aterrizado). Adamski afirma haber tenido un encuentro con la tripulación de un OVNI posado en el suelo en el desierto Mojave de California. La historia tiene visos ridículos, y «el relato de Adamski de su encuentro con un Venusiano melenudo que vestía pantalones de esquí, y con el que mantuvo contacto telepático ... parece una manifestación desesperada de la ciencia-ficción más simplona».16 A pesar de estos fallos, el libro tuvo éxito mundial, y la «experiencia» de Adamski estableció una norma para los siguientes «casos de contacto»: un encuentro inesperado con ocupantes de OVNIS (o un secuestro), generalmente hallándose solo en alguna localidad aislada; comunicaciones telepáticas de un mensaje que, generalmente, combina motivos de ciencia-ficción (la Tierra está en peligro de autodestrucción, hemos venido a ayudar a los de buena voluntad, pero no podemos intervenir directamente) con elementos de más difícil identificación de ocultismo místico (todo es uno, conceptos de iluminación y de evolución cósmica, manifestaciones psíquicas, ate.). En algunos casos, el «contacto» es designado como quasi mesías para ser el guía de aquellos que le seguirán. Como alternativa, se le puede comunicar que ha sido elegido como canal de futuras comunicaciones, generalmente telepáticas o mediumísticas, para que aquellos de la humanidad que tengan «oídos para oír» el mensaje del pueblo del espacio dispongan de ellas.

Este es, básicamente, el «síndrome del contacto», y no es un suceso aislado, en absoluto, ni siquiera poco frecuente. Un significativo número de cultos y sectas religiosas han cristalizado alrededor de comunicaciones provenientes de OVNIS, incluyendo la Aetherius Society (Sociedad del Eter), el Urantia Group (Grupo Urantia), la Solar Cross Foundation (Fundación Cruz Solar), y la School of Thought (Escuela del Pensamiento), además de una multitud literalmente innumerable de otras más o menos secretas. Es cosa cierta que «hay un ejército creciente de los que afirman haber tenido contactos reales con ocupantes de OVNIS. Una estimación prudente y autorizada es que hay un mínimo de 50.000 contactos secretos tan solo en los Estados Unidos».17


LOS OVNIS RAPTORES

Los casos más dramáticos y fantásticos de contacto son aquellos en los que hay un «rapto» puro y simple. Es interesante comprobar que estos casos son los que tienen la mayor proporción de contenido ocultista. Los tres raptos que han recibido mayor publicidad en los últimos años son los de Betty y Barney Hill (New Hampshire, 1961), Hickson-Parker (Mississippi, 1973), y el caso Brian Scott (cinco ocasiones, Arizona y California, 1971-75). En todos estos casos, las personas pudieron revivir la experiencia a través de hipnosis, y todas sufrieron trastornos psicológicos después. Afirmaron haber sido tomados al interior de las naves espaciales, haber sido examinados por humanoides, y dejados en libertad sin daño.

El caso Sean sirve como prototipo del encuentro-rapto. Su primera experiencia ocurrió en Arizona, cerca de las Montañas Superstition, en 1971, En aquella ocasión, haciendo camping, se vio levitado hasta un OVNI de unos 70 metros de diámetro. Según el doctor que dirigió la regresión hipnótica de Sean, él tiene un recuerdo auténtico y detallado de los siguientes sucesos:

El sujeto se halla ... en una pequeña habitación, paralizado e incapacitado para resistir. Repentinamente entran varios seres de más de 2 metros de estatura y lo desvisten ... Los seres son feos, con hombros caídos, piel escamosa como la de los cocodrilos, pies parecidos a los de los elefantes, y en las manos tienen tres dedos y un pulgar retraído ... Hay una niebla pesada por todas partes... Dos de éstos seres se colocan en una cónsolas de algún tipo, y un tercero está al lado de un poste en el que hay una caja movible con muchas lucecitas intermitentes de colores... El sujeto experimenta una serie de sensaciones que aunque indoloras son incómodas, desde los pies hacia arriba: siente que está sangrando; orina, siente que sale agua de su estómago; siente que se le abre el tórax y cree que el corazón ha abandonado momentáneamente su cuerpo; finalmente siente que su cabeza es «estirada» violentamente... El sujeto siente un olor distintivo desagradable. A continuación, por medio de la niebla, desde el otro lado de la habitación, aparece un ser de tres metros de altura, igual que los otros, pero de mayor tamaño ... Este ser de tres metros se comunica aparentemente con el sujeto de manera telepática, sin mover la boca. Se comunica un mensaje al sujeto. Entonces el sujeto experimenta un viaje fuera del cuerpo.
El mensaje es una combinación de afirmaciones filosóficas vagas, información general sobre el origen y propósito de los alienígenas, y una promesa de que volverán.18

La gente del platillo cumplieron su promesa de que volverían. Además de «raptar» en otras cuatro ocasiones a Sean, él ha experimentado unas frecuentes manifestaciones de «brillantes bolas de luz» dentro y en los alrededores de su casa y ha desaparecido misteriosamente hasta 27 horas; entra con regularidad en estados espontáneos de trance en los que produce escritura automática y perfectos dibujos tipo computadora (Fig. 2). Brian Scott no tiene paz.


FIG. 2. Uno de los dibujos de una serie de dibujos producidos automáticamente por Brian Scott durante un estado de trance espontáneo inducido.
Tomado de SCP Journal
P.O. Box 4308, Berkeley - California 94704 - EE.UU.
© Copyright de Spiritual Counterfeits Project, Inc. 1977

En cualquier momento dado, las «inteligencias» pueden intervenir en su vida para inundarle con multitud de datos matemáticos, mapas estelares, y complicados diseños de máquinas futuristas. Por el presente, Scott ha atraído el serio interés de varios investigadores científicos serios, sobre la base de que sus dibujos automáticos pueden mostrar la apertura de nuevas fronteras en algunas áreas de genética y física. Otras comunicaciones de los tripulantes de los OVNIS indican (entre otras cosas) que están utilizando a Scott como canal para revelar lo siguiente: secretos de clonación y de ingeniería genética para uso de la humanidad; máquinas que funcionan bajo el principio de la física de desplazamiento cuántico, que hará posible el transporte de materia a través del espacio y del tiempo; y por último, pero no por ello lo menos importante, el diseño de una «máquina de energía psíquica libre», ¡que haría posible que toda la humanidad tuviera a la vez el mismo pensamiento!


URI GELLER Y LOS OVNIS

Posiblemente el contacto más famoso es el psíquico Israelí Uri Geller, cuyos triunfos psicoquinéticos de la mente sobre la materia son ostensiblemente documentados por la ciencia. Geller afirma recibir sus poderes de los extraterrestres, que lo contactaron por primera vez en un jardín árabe cuando él era todavía un niño. Geller, y su colega psíquico, doctor Andrija Puharich, dicen que están en contacto con «Los Nueve», una elite de extraterrestres procedentes del planeta Hoova. Los Nueve pretenden haber solucionado todos los problemas de la existencia y que han venido a enseñar a la población de la Tierra una «nueva ciencia» que incluye teletransporte (transferencia de objetos materiales de un lugar a otro), transmutación de la materia, control sobre sistemas biológicos, y la implantación de emociones y experiencias en las mentes de las personas. Deberíamos señalar que su «nueva ciencia» no es, en realidad, más que el antiguo ocultismo. Todos estos fenómenos inducidos por espíritus son bien conocidos por los practicantes del ocultismo desde tiempos inmemoriales. Finalmente, Los Nueve son arrastrados por su engaño megalomaníaco y hacen una absurda afirmación que revela su verdadera naturaleza y su origen, por la misma crudeza de su intento de engaño:

Recordemos, todo esto es una verdadera indicación de Dios. Dios no es nada más que nosotros juntos, los Nueve Principios de Dios. No hay otro Dios que lo que nosotros somos juntos. Tan solo por una vez en vuestra vida aceptad esto como verdad. Si nunca Dios ha hablado, si nunca Dios ha tomado a un ser humano como instrumento es ahora que lo ha hecho; y contempladlo como el momento más precioso en vuestras vidas. Estas son las palabras de Dios.19

Puharich y Geller son significativos en cuanto a que divulgan una gran cantidad de información coherente sobre los «extraterrestres», sus métodos y fines, así como que ellos exhiben (a través de Geller) un alto grado de tecnología espiritual, precognición y manipulación psíquica de la materia. No obstante, ellos no son los únicos, puesto que cientos de contactos han transmitido mensajes similares. Entre los muchos espíritus que comunican con la famosa médium Jeane Dixon hay unos cuantos extraterrestres, que le han revelado a ella las siguientes informaciones sobre los OVNIS: Están tripulados por mujeres que proceden de un planeta (todavía no descubierto) detrás de Júpiter y que nos enseñarán cómo dominar el Sol, solucionando así nuestros problemas energéticos. Sus visitas «resultarán en una bendición para la humanidad», dijo ella.20


LA CONEXIÓN OCULTISTA

Los contactos con los OVNIS han sido catalogados en tres tipos generales: «encuentros cercanos de primera fase» (CE-I), en los que se ve el objeto de cerca; «encuentros cercanos de segunda fase» (CE-II), en los que no solamente se ve al objeto, sino además sus efectos sobre el ambiente (como vegetación quemada, árboles partidos, animales asustados, etc.); y «encuentros cercanos de tercera fase» (CE-III), en los que se informa de la presencia de ocupantes en o alrededor de los OVNIS. A partir de todas estas y otras muchas evidencias de observaciones de OVNIS emerge con toda claridad el hecho de que, a pesar de lo confuso y contradictorio que es, hay algo que no sólo es extraño, sino que es posiblemente inexplicable dentro del marco de la ciencia y de la lógica tal como son entendidas normalmente. También está claro que cuanto más nos acercamos a los OVNIS, más extrañas se hacen nuestras experiencias. Las cualidades de esta singularidad deberían ser suficientes por sí mismas para abrir de par en par la posibilidad de que lo que está obrando es algo más allá del reino familiar de la naturaleza. Al considerar el elemento de singularidad que este fenómeno presenta, nos acercamos inevitablemente a una hipótesis que, si se comprende correctamente, tiene la virtud de integrar aspectos aparentemente dispersos del fenómeno OVNI a un sistema coherente de comprensión del mismo. Debemos ahora investigar seriamente las ramificaciones del concepto de que los OVNIS y sus signos y maravillas con que se presentan sean debidos a las actividades de espíritus caídos y engañosos asociados a nuestro propio planeta.

Podríamos señalar de pasada que esta idea no se origina exclusivamente en el cristianismo bíblico, aunque desde luego debe sus presuposiciones básicas a la visión bíblica del mundo. Consideremos, por ejemplo, las conclusiones de algunos investigadores seculares de OVNIS. Lynn Catoe, bibliógrafa decana de la Biblioteca del Congreso (de los EE.UU.), examinó unos 1.600 artículos y libros para preparar una bibliografía anotada sobre el fenómeno OVNI, y comentó en su introducción: «Muchos de los informes sobre los OVNIS que se publican ahora en la prensa popular relatan incidentes que son asombrosamente similares a la posesión demoníaca y a los fenómenos psíquicos que han sido conocidos durante mucho tiempo por los teólogos y por los parapsicólogos».21 O, citando de la revista Flying Saucer Review: «Sin citar veintenas de casos conocidos, es posible darse cuenta de que las características arriba mencionadas que pertenecen a demonios aparecen una y otra vez en los informes sobre OVNIS».22 John Keel, que afirma ser agnóstico, sugiere que la actividad de los OVNIS pueda ser «en realidad una farsa cósmica; una broma perpetrada por entes invisibles que siempre han hallado su placer en asustar, confundir y desviar a la raza humana».23 Hasta Hynek y Vallee, los académicos con más credenciales, ofrecen la proposición de que las fantásticas características de los OVNIS «¡... pueden ser parte de todo un plan! Quizás hay una quinta columna de OVNIS ... con todo el propósito de engañarnos ...».24 Keel basa su juicio, por lo menos en parte, sobre el hecho de que «los contenidos de aquellos mensajes (de los OVNIS) son idénticos a los mensajes que ya hace tiempo recibían los médiums y los místicos», y señala que:

La demonología no es simplemente una «chifladología». Es el antiguo y erudito estudio de los monstruos y demonios que según parece han coexistido con el hombre a través de la historia. Son miles de libros los que se han escrito sobre esta materia, muchos de ellos por clérigos cultos, científicos y eruditos, y son innumerables los sucesos demoníacos bien documentados que están a disposición de todos los investigadores. Las manifestaciones y sucesos que se describen en esta impresionante literatura son similares, por no decir completamente idénticos, al fenómeno mismo de los OVNIS. Las víctimas de la demonomanía (posesión) sufren los mismos síntomas médicos y emocionales que los contactos de los OVNIS.25 (Énfasis nuestro.)


LOS DEMONIOS Y LA TECNOLOGÍA ESPIRITUAL

Los muchos mensajes, apariciones, y trucos psíquicos desplegados por los OVNIS y por sus contactos en la Tierra nos obligan a considerar los medios, así como los fines, de estas actividades. Constantemente a través de la historia, las disciplinas del ocultismo han manifestado fenómenos tales como la levitación, teletransporte de objetos, psicoquinesia, clarividencia, escritura automática, y «producción astral» de materia aparentemente a partir de la nada. Los demonios, como ángeles caídos, parecen retener todavía grandes poderes, tales como la manipulación y reestructuración de la materia, así como la capacidad de influenciar o controlar la conciencia humana y las experiencias mentales, por medio de la clásica posesión directa o por implantación psíquica directa de un conjunto de experiencias. Es probable que la mayor parte de las experiencias de rapto caigan dentro de esta última categoría, ya que los raptos no son casi nunca, o nunca, verificados por testigos. En el libro de Andrija Puharich Uri se nos revela involuntariamente un raro suceso que muestra la manipulación demoníaca de la conciencia humana. Nos dice que recuerda que experimentó un conjunto de circunstancias que, como comprobó después, es imposible que hubieran sucedido. Expresa sus recelos en cuanto a la agencia «extraterrestre» detrás de sus experiencias de contacto (que se llama a sí misma «IS»):

Los sucesos de estos dos días me dejaron aplastado. Sarah y Uri experimentaron una secuencia, e Ila y yo experimentamos otra, en el mismo marco temporal. Descubrí la verdad sobre el más profundo secreto de Uri, tuve un arma de fuego en mis manos que parecía real, y tuve una llamada telefónica que es real en mi mente hasta el día de hoy. Pero, sobre todo, me di cuenta de que nosotros cuatro habíamos tenido una experiencia implantada en nuestras mentes por lo que solamente podía ser la agencia de IS. Al final llegué a comprender que, dada la existencia de IS, ya nunca más podría llegar a saber cuáles de mis experiencias estaban impuestas directamente sobre mí por IS y cuáles no.
Nunca me he sentido más sacudido en toda mi vida que cuando me di cuenta de todas las implicaciones de este poder de IS.26

Aunque la Biblia no alimenta nuestra morbosa curiosidad sobre las actividades de los demonios, sí que nos da algunas claves generales sobre la esfera de acción general y el propósito de sus poderes. Génesis 6:1-4 describe una posible aparición de seres espirituales y su entremezcla con los humanos. Muchos eruditos piensan que la Torre de Babel (Gen. 11:1-9) fue esencialmente una empresa ocultista (astrología), de cuyos resultados Dios declaró que habría una forma de poder virtualmente ilimitado: «Este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible». (Gen. 11:6, Biblia de Jerusalén). La descripción bíblica de los «magos cortesanos» de Egipto trata sus consecuciones como algo más que simples conjuros trucados. La patente manipulación de materia-energía para transformar las varas de los magos en serpientes3 (Ex. 7:9-12), como también la multiplicación prodigiosa de las ranas sobre Egipto por medio de encantamientos, son relatados sin ningún sensacionalismo, como una realidad indudable. Asimismo, las cortantes denuncias del Señor contra Babilonia (Isaías 47) especifican su «multitud de hechizos» y reconoce sus «muchos encantamientos» (Isaías 47:13). De la misma manera, Él afirma que la sabiduría de Babilonia y su conocimiento eran bien reales, pero engañadores al final (Isaías 47:10). Estos poderes ocultos son, por lo general, reprimidos parcialmente por la voluntad de Dios, para Su gloria (Éxodo 8:18; Daniel 2:27). No obstante, al final de los tiempos se anularán muchos de los impedimentos, y la raza humana experimentará manifestaciones sin precedentes de poderes sobrenaturales; tal como las hechicerías y encantamiento de los babilonios, serán poderes reales, pero engañosos —siendo el propósito y el resultado de ellos el de engañar y desviar a la humanidad. Jesús habló de la aparición de falsos Cristos y de falsos profetas, con su despliegue de «grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuera posible, aun a los escogidos» (Mateo 24:24). De una manera algo más específica, Juan el apóstol asume la realidad de las comunicaciones del reino espiritual que sirven a los propósitos del Anticristo (1 Juan 4:1-13).


LA INTERSECCIÓN DE DIMENSIONES:
LA MECÁNICA DE LOS PODERES ESPIRITUALES

Un estudio serio que pretende tal grado de manifestaciones abiertamente demoníacas bajo la cubierta de las apariciones de OVNIS estaría incompleto sin una discusión de los medios que producen los fenómenos involucrados. John Keel adelanta una tesis que trata de explicar tanto la «volatilidad» de los OVNIS como su aparente solidez:

Los datos estadísticos... indican que los platillos volantes no son máquinas estables que precisan de combustible, mantenimiento y apoyo logístico. Son, con toda probabilidad, prodigiosas transformaciones de energía y no existen en la misma manera en que este libro existe. No son construcciones de materia.27

El doctor Kurt Wagner, un físico que logró su doctorado en el campo de la teoría general de la relatividad, muestra su acuerdo con la valoración de Keel. En una entrevista con David Fetcho, de SCP, el doctor Wagner afirmó:

A partir de lo que sabemos que puede suceder en sesiones espiritistas y en actividades poltergistas, parece que estas fuerzas sobrenaturales pueden manipular la materia y la energía, extrayendo energía de la atmósfera, por ejemplo (lo cual se manifiesta en un cambio local de temperatura), manipulando materia para producir una apariencia de violación de la Segunda Ley (de la Termodinámica), y creo que mis sentimientos son que, a gran escala, esto es lo que es un OVNI. No estoy diciendo que esto es lo que un OVNI es, sino que esto es lo que podría ser. Me parece razonable que los OVNIS son violaciones a gran escala de la Segunda Ley en las que la energía es manipulada para tomar la suficiente apariencia de un campo de fuerzas que la hace parecer materia, y no obstante es tan sólo una concentración energética: no es realmente materia sólida en el sentido normal.

Hablando de OVNIS que aparecen y desaparecen repentinamente, o que cambian de forma, el astrofísico Jacques Vallee señala que «todo parece indicar que estos observadores de OVNIS hubieran visto proyecciones sucesivas, en nuestro espacio tridimensional, de objetos de dimensionalidad más alta».28 Se dice en ocasiones que los ángeles, demonios (o ángeles caídos), y el mundo espiritual constituyen una «dimensión» completamente diferente del «mundo de tres dimensiones» en el que nosotros vivimos.

¿Cuál es realmente el significado de estas referencias a «dimensiones más elevadas»? La mayor parte de nosotros estamos familiarizados con las tres dimensiones del espacio —longitud, anchura y altura. Utilizando estas tres coordenadas, nos es posible especificar la posición exacta de cualquier objeto en el espacio. Pero para localizar un suceso de limitada duración (tal como un accidente) precisamos de otra coordenada —la del «tiempo»—. Por esta razón, a veces se menciona al tiempo como la «cuarta dimensión». Nos podemos mover libremente por las tres dimensiones del espacio, pero no podemos controlar nuestro paso a través de la cuarta dimensión —somos criaturas con un «rumbo marcado» por el tiempo. Nuestra experiencia como seres humanos, existiendo en un mundo tridimensional, no nos da la capacidad de comprender el significado de las dimensiones más allá de las nuestras, y la mejor manera en que podemos describir las propiedades de la cuarta, quinta y sexta dimensión (y así ad infinitum), es mediante las matemáticas. Esto no obstante, una manera en que podemos adquirir una cierta comprensión de cómo nuestras dimensiones se relacionan con las otras es por analogía. Para hacerlo de esta manera, deberíamos intentar visualizar cómo nos relacionamos con un mundo de menos dimensiones que el nuestro.


PLANOLANDIA

Imaginemos un mundo de solamente dos dimensiones. Un mundo así sería solamente una «superficie» pura, que poseería longitud y anchura, pero ningún grosor. A este mundo lo podríamos llamar «Planolandia» y podríamos visualizarlo con una población de varias formas geométricas (cuadrados, triángulos, círculos, etc.).29 ¿Cuál sería la experiencia de estos planolandeses si un objeto de tres dimensiones interaccionase con su propio mundo? Para visualizar este suceso, supongamos que una esfera (el objeto espacial más sencillo) atravesara Planolandia descendiendo sobre ella desde arriba (Fig. 3). Para los habitantes de Planolandia, de dos dimensiones, esta esfera no sería un objeto en nuestro sentido, sino que aparecería en el mundo de ellos como un proceso dinámico: Se manifestaría de manera repentina —«como si apareciera de la nada»— como un punto, que se iría expandiendo hasta formar un círculo, expandiéndose gradualmente hasta llegar a la máxima circunferencia de la esfera; entonces el círculo empezaría a encogerse al ir descendiendo la esfera hasta volver a ser un solo punto y al final «desvanecerse» misteriosamente.

Los paralelos entre esta analogía y los OVNIS son numerosos, pero hay algunos de ellos que son importantes: primero, los elementos de aparición y desaparición; segundo, los cambios de forma; tercero, el hecho de que la manifestación ocurre como un suceso totalmente real, conmensurable, de dos dimensiones, un suceso que es completamente y auténticamente tangible dentro del reino de los observadores. Si asumimos un objeto sólido algo más complejo (por ejemplo, un cubo), las posibilidades de cambio de forma aumentan (Fig. 4). Para un objeto realmente complicado de formas (como un cuerpo humano), existe un potencial de una relación con Planolandia que haría trastornar las mentes de sus habitantes (Fig. 5).

Otra característica de la teoría «hiper-espacial» (de mayor dimensionalidad) es que, mientras que los planolandeses sólo pueden percibirse mutuamente sus límites exteriores (de la misma manera en que nuestra visión sólo percibe la piel de nuestros semejantes), un observador tridimensional no solamente puede ver la escondida interioridad de un «ser» planolandés, sino que puede interaccionar libremente con él (Fig. 6). Un autor, escribiendo desde el punto de vista ocultista, mantiene que:

la posesión, obsesión, escritura automática4 y otros fenómenos relacionados pueden explicarse por medio de la hipótesis de dimensiones más elevadas. Es tan solo necesario darse cuenta de que desde las dimensiones más elevadas el interior de un sólido está tan abierto como el interior de una figura plana lo está desde el reino de la tercera dimensión —se podría extraer el corazón del cuerpo sin dañar la piel para nada. Una voluntad invasora ... podría de esta manera apoderarse de la mano o del cerebro.30


FIG. 3. Una esfera tridimensional pasa a través del mundo bidimensional de «Planolandia», causando consternación entre habitantes.

FIG. 4. Un cubo pasa por «Planolandia». Obsérvense los «cambios» observados por los planolandeses, mientras que el objeto tridimensional permanece constante en su forma.


FIG. 5. Un ser tridimensional (humano) tal como se percibe en términos tridimensionales. Observar que cada movimiento del ser humano alterará su configuración bidimensional.


FIG. 6. a) Los seres bidimensionales perciben mutuamente los límites del otro. b) La visión tridimensional percibe el interior de un objeto (o ser) bidimensional. Tomado de SCP Journal, P. O. Box 4308, Berkeley - California 94704 EE.UU.
© Copyright de SCPJ, 1977

La hipótesis hiperespacial puede ser utilizada para arrojar luz sobre la naturaleza de la realidad «espiritual». Está claro, por ejemplo, que entidades tales como los «demonios» no son figuras cómicas en medias rojas con horcas, ni los ángeles son seres etéreos con alas y arpas. Ambos tienen una naturaleza que en muchos aspectos se nos escapa, pero no a causa de que sean fantasmagóricos o insustanciales, sino a causa de que su realidad es más rica y sustancial que lo que podemos percibir o imaginar en la actualidad. También está claro que se puede utilizar el hiperespacio para explicar manifestaciones angélicas tanto como las demoníacas, y que, en teoría, algunos fenómenos OVNI podrían ser atribuidos a la presencia de ángeles que actúan en obediencia a Dios. Pero para la mayor parte de los casos no parece que sea así, y según la pauta bíblica de discernimiento31 no hay ninguna posibilidad de ello en ninguno de los casos de encuentros cercanos publicados.


PROPÓSITOS

Suponiendo que todo esto sea cierto —o por lo menos posiblemente cierto— todavía nos quedamos con el problema, algo tenaz, de descifrar las razones que se hallan detrás de los fenómenos que están siendo producidos. El problema de la motivación coordinada, como el problema de la intersección de dimensiones, puede llegar a ser bastante complejo. A partir de la perspectiva de Dios, una intención es el juicio, produciendo arrepentimiento y conversión en algunos, y engaño y endurecimiento en otros. El propósito de Satán es el de engañar y desviar a la humanidad en cuanto a la naturaleza de la realidad —seducirla a un esquema mental compatible con su intención de la construcción de su imperio psico-espiritual. A su vez hay varios aspectos en la consecución de este objetivo satánico. Como ya hemos observado en otro trabajo, «algunas de las obras de Satanás están dedicadas a desorganizar el reino de Dios y otras a organizar el suyo. Intenta destruir el verdadero conocimiento de Dios y la adoración de Él por medio de la detracción, confusión y mentiras. Está obrando para establecer una estructura que sea canal de su influencia tanto de manera positiva como negativa, dando favores a unos e intimidando a otros».32

Jacques Vallee hace una clara valoración del sistema maestro causa de toda esta confusa y contradictoria evidencia —y llega muy cerca de la verdad:

Creo que cuando hablamos de las observaciones de OVNIS como si fueran ejemplos de visitantes del espacio estamos valorando el fenómeno desde un nivel incorrecto. No se trata de sucesivas oleadas de visitantes del espacio. Se trata de un sistema de control.33

Vallee correlaciona las características de la actividad de los OVNIS («flaps» u oleadas) con los principios de la psicología conductista. Comienza señalando que, para enseñar un nuevo comportamiento,

el mejor programa de refuerzos es el que combine periodicidad con impredecibilidad. De esta manera, el aprendizaje es lento, pero continuo. Guía a un nivel superior de adaptación. Y es irreversible. Es interesante preguntarse si las características de las oleadas de OVNIS no tienen el mismo efecto que un programa de refuerzos (psicológicos).34

La cuestión sobre la que todo gira es, naturalmente —si es que Vallee está en lo cierto, o cerca de la verdad— ¿qué es lo que «ellos» nos están enseñando? ¿Qué es lo que este «sistema de control» está destinado a controlar?

Los termostatos controlan la temperatura; los giroscopios controlan la dirección en que vuela un cohete. ¿Qué es lo que un fenómeno paranormal podría controlar? Sugiero que son las creencias humanas las que están siendo controladas y condicionadas.35 Los OVNIS son los medios por los cuales los conceptos humanos están siendo reestructurados.36

Todas estas conjeturas parecen aventuradas (por lo menos para las mentalidades secularizadas) pero pueden ser acomodadas con toda facilidad dentro del marco de la visión bíblica de la realidad. Además, tienen una base muy firme. Pero enfoquemos la cuestión ahora desde otro ángulo, completamente diferente. Quizá podríamos hacernos la pregunta de cuál ha sido, de hecho, el verdadero impacto social, cultural e intelectual del interés por los OVNIS. Esta línea de investigación nos lleva a una conclusión similar, puesto que

con cada nueva oleada de OVNIS, el impacto social se hace mayor. Son más los jóvenes que se quedan fascinados por el espacio, con los fenómenos psíquicos, con las nuevas fronteras de la conciencia. Más libros y artículos aparecen, cambiando nuestra cultura ...37

Vallee es ambivalente sobre este cambio y las intenciones que se hallan detrás de ello. Por un lado, teme que un encuentro con la verdadera naturaleza de los OVNIS revelaría o «la enloquecedora simplicidad de un aparato de relojería sin tripulantes» o «una terrible monstruosidad sobrehumana, cuya sola contemplación volvería loca a una persona».38 Por otro lado, tiene la esperanza muy desesperanzada de que todo este montaje sea benigno, y que tenga la intención de guiarnos a «una visión más elevada del hombre». Mientras que percibe muy claramente la función de los OVNIS como una «trampa» psicológica, continúa deseándose la buena suerte de que sea «quizás una trampa amable, benevolente».39

Pero esta esperanza es falsa. El sistema de control que él discierne correctamente es tan sólo un aspecto de lo que la teología bíblica llama «el sistema del mundo» —un diversificado sistema de manipulación bajo la influencia del «dios de este mundo», el «príncipe de la potestad del aire». Los mecanismos de control, tan complejos como son, parecen haber estado en plena actividad durante esta última década, y están comunicando variaciones sobre un mismo tema, una visión ocultista del mundo, a la gran masa no regenerada de la humanidad, a través de una aturdidora panoplia de medios y canales de información. A la ciencia misma la están arrastrando, aunque pataleando y chillando, al reino de la parapsicología. Al final, el simple peso de las masas de evidencia psíquica y de experiencias, tales coma el mundo nunca las ha visto antes, provocará la alteración —o el colapso— de la ciencia que nosotros conocemos. El énfasis en datos y hechos dejará paso a la exploración de la «conciencia» (o subjetividad) como medio del control de la realidad; los fenómenos psíquicos, especialmente los OVNIS, recibirán el «imprimatur» de la respetabilidad científica. El reciente y abrumador triunfo de la película La Guerra de las Galaxias es un buen barómetro de la respuesta del público a los temas de ciencia-ficción. OVNIS, e inteligencias extraterrestres. Los estudios Paramount han anunciado para diciembre una película titulada Encuentros Cercanos en la Tercera Fase, que se refiere a contactos con «ocupantes» de los OVNIS, de lo cual trata la película. Con un gigantesco presupuesto de 12 a 15 millones de dólares, y con un manto de secreto sobre la producción, se asegura que la película hará un fuerte impacto cuando se exhiba.

Comentando sobre la transformación de la conciencia inducida por los contactos OVNI, John Weldon dice:

Creemos que los miles de casos de transformación representan un aspecto del plan final de los OVNIS. Son parte de un plan para empujar a secciones significativas de una entera cultura o mundo, a la aceptación del ocultismo, o a su participación en ello, y a una alteración colectiva de la visión del mundo. Todo esto como necesaria preparación de los sucesos que enmarcarán la venida del Anticristo.40

Parece evidente que los OVNIS van a permanecer aquí. A la única conclusión que podemos llegar es que la frecuencia e intensidad de las observaciones y de los contactos se incrementará, llegando quizás a su clímax con el abierto aterrizaje, previamente propagandizado, de naves con sus tripulantes. Este último montaje, que se acercaría para muchas personas al umbral de la irrealidad, queda no obstante dentro de la capacidad demoníaca y de su «tecnología espiritual», tal como la entendemos. Muchos contactos afirman que los extraterrestres se manifestarán de manera visible y tangible en un momento determinado.

Aun si los OVNIS no aparecen en forma tangible de manera que todos los puedan ver y tocar, el mundo todavía se queda con el dilema de la Gallina Pequeña. La inclinación de la Gallina Pequeña a la paranoia fue utilizada contra ella por la Zorra Astuta, el «amistoso forastero», que le prometió llevarla por un atajo al palacio del rey. El atajo resultó ser la cueva de la Zorra Astuta, y la engañadora hizo un banquete con todos los que habían seguido a la Gallina Pequeña —y el «cielo que caía» era sólo piedrecitas en su tejado.

Una de las más terrible profecías del Nuevo Testamento se halla en 2 Tesalonicenses 2:9-12:

«La venida del inicuo irá acompañada del poder de Satanás, de todo género de milagros, señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad para los destinados a la perdición por no haber recibido el amor de la verdad que los salvaría. Por eso Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira y sean condenados cuantos, no creyendo en la verdad, se complacen en la iniquidad».

No obstante, es con esta abrumadora visión que Pablo nos dice «pero nosotros debemos dar incesantes gracias», no solamente porque el Señor Jesús matará al inicuo con el aliento de su boca, y lo destruirá con su propia presencia (2 Tesalonicenses 2:8), sino porque «Dios os ha elegido desde el principio para haceros salvos por la santificación del Espíritu y la fe verdadera» (2 Tesalonicenses 2:13). El aviso de Pablo a nosotros que existimos en este torbellino de engaño es sencillo y directo:

«Manteneos, pues, hermanos, firmes y guardad las tradiciones que recibisteis, ya de palabra, ya por nuestra carta, (2 Tesalonicenses 2:15.)

MARK ALBRECHT y BROOKS ALEXANDER

Los autores desean reconocer el apoyo que hallaron para su investigación en John Weldon para mucha de la información utilizada en este artículo. El libro de Weldon UFO's: What on Earth Is Happening (Los OVNIS ¿qué está sucediendo en la Tierra?), es muy recomendable como el tratamiento más exhaustivo desde la perspectiva bíblica. (Publicado originalmente por Harvest House, y reimprimido por Bantam Books.) Este libro, OVNIS ¿qué está sucediendo en la tierra?, ha sido publicado en español por CLIE, Terrassa, ESPAÑA. Se puede solicitar en cualquier librería citando el título, editorial, autor (John Weldon) y el núm. de catálogo ISBN 84-7228359-3.


Fuente: http://www.sedin.org/propesp/ovnis.html

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