El tema de los seres extraterrestres que viajan en platillos voladores es hoy más que nunca de gran notoriedad. Miles de libros y artículos han sido dedicados al tema, la mayoría de los cuales han sido redactados partiendo de la premisa de que muchos OVNIs (Objetos Voladores No Identificados) son objetos provenientes de otros planetas, controlados o tripulados por criaturas inteligentes.[1]
De acuerdo con una nueva estadística reportada por la revista Life, el 49% de los norteamericanos cree que el gobierno oculta información al público sobre la existencia de los OVNIs. La encuesta, llevada a cabo en enero de este año, revela que el 54% de los norteamericanos creen que hay vida inteligente en el universo más allá de la Tierra. El 43% cree que los OVNIs son reales y la tercera parte de los entrevistados piensan que seres de otro planeta han visitado el nuestro.[2] El ya desaparecido Carl Sagan, considerado por muchos el hombre más inteligente de América en las últimas décadas, expresó que sería el colmo de la arrogancia pensar que en tan vasto universo, los humanos somos los únicos seres vivientes. La organización Search for Extra Terrestrial Intelligence (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre), formada por un grupo de científicos, durante sus 40 años de existencia ha tratado de probar la existencia de seres inteligentes más allá de nuestro planeta sin éxito ninguno, pero a pesar de ello planean continuar en la tarea.[3]
Obviamente sus esperanzas están fundadas en el hecho de que ellos creen que la teoría de la evolución (el origen de la vida partiendo de algo sin vida) es un hecho consumado. Ante la posibilidad de que no puedan explicar el origen del primer organismo, apelan a la existencia de civilizaciones super-avanzadas que visitaron este planeta para sembrar el cultivo primitivo que trajo vida a la Tierra, algo que se conoce como la hipótesis de la Panspermia. Una hipótesis más simple aún, plantea que si la evolución ocurrió acá, también puede haber ocurrido en otras partes del universo. Siguiendo la llamada ley de selección natural de Darwin, la existencia de vida en estos lugares, luego de billones de años, concluyen, debe de haber conducido a la existencia de vida inteligente.[4]
Nuestro objetivo primario en este artículo es analizar la posibilidad de la existencia de seres extraterrestres y de OVNIs definidos como seres y naves con propiedades físicas tomando como punto de referencia la revelación de Dios.
¿Qué son OVNIs y Extraterrestres?
En esta primera parte del artículo trabajaremos con la definición científica de lo que son OVNIs y extraterrestres. OVNIs, desde el punto de vista estrictamente científico, son naves reales con propiedades materiales. Los extraterrestres son definidos a grandes rasgos de la siguiente manera: seres vivientes originarios de ésta u otra galaxia del universo, sujetos a las leyes físicas del tiempo, el espacio y la materia, ontológicamente diferentes a los humanos (de una naturaleza o especie diferente)—generalmente se les atribuye una capacidad mental y un grado de civilización superiores a los habitantes de la tierra, por el hecho de que supuestamente alcanzaron un nivel que les permitiría viajar en naves tecnológicamente superiores a lo que los humanos podemos producir.
Los proponentes de la Nueva Era, debido a su conexión espiritualista y ocúltica, adjudican a estos “hermanos espaciales” atributos de existir en otras dimensiones que no son conocidas por nosotros los humanos. Tienen la capacidad de atravesar diferentes dimensiones y, en algunos casos, presentan la característica de poder interactuar en nuestro plano dimensional, así como la habilidad de materializarse y desmaterializarse. De acuerdo con los simpatizantes de la Nueva Era, el método que estos seres utilizan para comunicarse con los humanos son mensajes y revelaciones a través del subconsciente, generalmente cuando el humano se encuentra en un estado de conciencia alterado, tal como trance o posesión mediumnística.
Extraterrestres Afectados por el Pecado de Adán
Basados en la definición científica ya mencionada de lo que es un extraterrestre y un OVNI, nosotros creemos que no existen evidencias convincentes para sostener la existencia ni de unos ni de otros. Sin embargo, tenemos la certeza de que si los extraterrestres existieran (lo cual es improbable) éstos tendrían que ser seres creados por Dios y haber sido afectados por el pecado de Adán por las siguientes razones:
1) La Escritura enseña que “el que hizo todas las cosas es Dios” (Heb. 3:4; Efe. 3:9; Col. 1:16; Ap. 4:11, 10:6). La frase “todas las cosas” incluiría cualquier tipo de vida en otros planetas.
2) De existir estos seres espaciales como seres físicos sujetos a las leyes del tiempo, el espacio y la materia, habrían sido afectados de alguna manera por el pecado de Adán. La Biblia enseña en Romanos 8:19-23 que lo que pasó en Edén afectó a todo el cosmos. Es importante considerar que la Biblia, tanto como la ciencia, nos muestran que vivimos en un universo en decadencia y que, dado el tiempo suficiente, avanza hacia la destrucción total.[5] La Escritura señala que el origen de esta decadencia es el pecado (Ro. 8:20-21). El apóstol Pablo dice que la creación está esperando por “algo”, y ese “algo” está asociado directamente con el hombre. Creemos que el apóstol declara aquí que la creación cayó junto con el hombre. La caída de nuestros primeros padres no solamente trajo corrupción a la vida en nuestro planeta sino que afectó todo el universo físico.[6] El Doctor Morris, del Institute for Creation Research, expresa: “. . . una vez que Adán pecó, Dios maldijo el mundo y todo lo que hay en él. Por lo tanto la decadencia que vemos hoy es el resultado del pecado del hombre (nótese Ro. 8:20-21)”.[7]
3) Aún suponiendo que estos seres no hubieran sido afectados por el pecado de Adán, y aún suponiendo que hubieran permanecido sin pecado, es obvio según la Biblia, que de todas maneras serían afectados por el plan de Dios para el universo. En cierto momento de la historia, todos los planetas y demás cuerpos celestes serán destruídos (Isa. 65:17; 2 Pe. 3:10-13). Mark Van Bebber escribe:
. . . la Biblia indica claramente que el destino del universo está relacionado con la tabla del tiempo de Dios para la raza humana. Un día, Cristo volverá a la Tierra y completará el acto final de la redención del hombre (2 Pe. 3:7,10). El destruirá el universo presente y creará un nuevo cielo y una nueva tierra (Ap. 21:1). Todas las estrellas y los planetas serán destruídos junto con la tierra. ¿Qué relación tiene esto con la cuestión de la vida extraterrestre? La tabla del tiempo y la única razón para esta destrucción y sucesiva recreación está basada sólo en el plan de Dios para nosotros, los terrícolas. Si Dios hubiera creado vida inteligente en otros mundos, es difícil imaginar que esas vidas serían calibradas por las fallas de los habitantes de la Tierra. Parece imposible e injusto que sus planetas distantes sean destruídos simplemente por causa del plan de Dios para la Tierra. La implicación de la Escritura es que no hay otra clase de vida inteligente aparte del hombre, los animales, y los ángeles.[8]
Si Existieran los Extraterrestres, ¿Podrían ser Salvos?
El hecho de que Dios creará nuevos cielos y nueva tierra parece apoyar la noción de que los efectos del pecado del hombre se extienden a todo el cosmos. Si los efectos fueran limitados sólo a la tierra no hubiera necesidad de recrear también los cielos.Si el pecado entonces afectó todo el universo, todo el universo tiene que ser reconciliado con Dios. Esto lo vemos en Colosenses 1:15-20. Es claro que este pasaje indica que la redención en Cristo tiene un espectro cósmico. El uso de las palabras “todo” y “todas las cosas” es indicativo de que los efectos de la muerte substitucional de Cristo no son limitados a este mundo o a la humanidad solamente. La supremacía de Cristo se extiende a todo el universo físico tanto como al orden de las cosas y seres espirituales también. La reconciliación de todas las cosas de la que habla el versículo 20 tiene un sentido que no solamente abarca la restauración amistosa entre Dios y sus redimidos, sino también la pacificación o subyugar de los poderes en rebelión. La sangre de Cristo tiene entonces un impacto redentor que se extiende a todo el universo.
Evidentemente, de haber otros seres en el espacio, estos necesariamente deben ser reconciliados con Dios por medio de la sangre de Cristo. Ahora, ¿cómo podríamos aplicar los efectos de la “sangre de la cruz” a la reconciliación de los “Ovninautas”? Como veremos a continuación, es imposible.
En lo que tiene que ver con la raza humana, la Biblia enseña que Cristo es nuestro Salvador (1Tim. 2:5-6; Ti. 2:13). Jesucristo es llamado también nuestro redentor. El concepto bíblico del redentor lo podemos apreciar en Levítico 25:47-48, donde vemos que el redentor es aquel que libera o rescata a un familiar cercano del estado de esclavitud. Notemos que el redentor debe estar relacionado por sangre con el rescatado. Esta tipología del Antiguo Testamento se hace sustancia en el hecho de que Cristo fue hecho semejante a los hombres (sin dejar de ser Dios), con el fin de redimirnos o rescatarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte (Heb. 2:14-18).
Así como Cristo se encarnó y fue semejante a nosotros, para luego morir por nuestros pecados, ¿significa esto que en algún momento también se hizo semejante a los extra-terrestres para luego morir por los pecados de ellos? Esto sería contradictorio con la Biblia, la cual dice que Cristo murió una sola vez por los pecados (Heb. 9:28; 10:10, 12, 14; 1 Pe. 3:18).
En cuanto a su naturaleza podemos decir que a pesar de ser Dios Hijo, segunda persona de la Trinidad, conservó su naturaleza humana aun después de la ascensión (Lc. 24:39; Hch. 2:31-32; 1 Tim. 2:5). Esto es prueba complementaria de que en caso de haber otras especies en el universo, éstas estarían sin ninguna esperanza de salvación ya que:
1) El Salvador por definición tiene que ser Deidad (Isa. 43:11; Oseas 13:4)
2) El “redentor”, por diseño, en el plan de Dios, debe tener la naturaleza del redimido (Gén. 3:15; Heb. 2:17; 10:5)
3) Para que haya reconciliación debe de haber muerte de por medio (Efe. 1:7; 2;16; Heb. 9:22); y, como ya vimos, Cristo murió una sola vez por los pecados.
4) También, por diseño único, el redentor debe conservar la naturaleza del redimido, así como Cristo conserva su naturaleza humana aun en los cielos, a los efectos de actuar como mediador entre Dios y los seres redimidos (1 Tim. 2:5)
Todo esto elimina la posibilidad de que Cristo se haya encarnado y muerto por otras razas, haya resucitado y hoy esté a la diestra de Dios, siendo partícipe de la naturaleza de esos seres, además de la humana (una especie de salvador biónico), lo que sería una violación del “pacto eterno” entre Cristo y el Padre (Heb. 13:20). ¿No será esto una clara sugerencia de que no hay vida inteligente en el universo aparte de los humanos?
Los extraterrestres, en caso de existir, necesitan ser reconciliados con Dios, pero de acuerdo con el plan de Dios no tienen oportunidad de ser redimidos. ¿Se oye esto como algo comprendido dentro del plan soberano de un Dios justo por excelencia? ¡Por supuesto que no!, la Biblia enseña que Dios es un Dios de justicia (Gén. 18:25; Ex. 9:27; Job 4:17; Sal. 7:11; Hch. 3:14; Ap. 16:5). Todo lo anterior nos lleva a concluir que la existencia de seres de otros planetas, definidos como seres de esta dimensión, es altamente impro bable.
Reportes de Apariciones y Secuestros por OVNIs
A estas alturas sería interesante abordar una pregunta que inquieta tanto a cristianos como a no cristianos: ¿Qué puede decirse de los innumerables reportes de apariciones, fotografías y contactos establecidos con seres espaciales? Es aquí donde el autor pasa a considerar el posible origen demoniaco de las manifestaciones de OVNIs y de seres espaciales.
Indudablemente un gran número de estas manifestaciones son fácilmente explicables como fenómenos naturales, instrumentos usados en meteorología, pruebas secretas de carácter militar o privado, y otras sencillamente como fraudes. Pero hay un pequeño porcentaje de casos que por más que lo deseemos no caen dentro de estas categorías y no podemos negar que tienen matices de autenticidad.
Es interesante destacar que en lo que tiene que ver con las apariciones de OVNIs, los secuestros de gente que son llevados a platillos voladores y los contactos con seres espaciales por medio de mensajes y revelaciones, hay ciertos denominadores comunes que los caracterizan.
En primer lugar, la gran mayoría de las personas que reclaman haber sido secuestrados o recibido mensajes por parte de los extraterrestres, una vez investigados, resultan estar envueltos en prácticas ocúlticas de alguna clase. En el contexto de la Nueva Era, por ejemplo, no se puede lograr comunicación con estos seres por medio de radio, sólo se les puede contactar mediante sesiones de estilo espiritista, experiencias fuera del cuerpo, medios telepáticos, hipnosis, y otras formas ocúlticas.[9]
Segundo, sus naves u OVNIs parecen desafiar las leyes físicas. Por ejemplo, aparecen y desaparecen repentinamente de los radares, cambian de forma y ejecutan giros de 90 grados a velocidades increíblemente altas. En algunos casos parecen penetrar en la superficie de la tierra y emerger otra vez. Ningún objeto con propiedades materiales, sujeto a las leyes de movimiento que gobiernan este universo, puede hacer estas cosas.[10] Varios cientificos de renombre consideran que estas apariciones provienen de otras dimensiones. Jaques Vallee, destacado científico francés que lleva años investigando reportes en la materia en diferentes continentes, llegó a la conclusión de que estos seres parecen provenir de una dimensión que se encuentra alrededor de nosotros.[11] Esto es importante para nosotros los cristianos, quienes creemos que existe una dimensión donde se mueven seres espirituales. Conviene señalar que Jaques Vallee no es cristiano ni tampoco comparte el punto de vista mundial cristiano.
Tercero y último, los mensajes recibidos de los “hermanos espaciales”, por medio de mediums de la Nueva Era, tienen un contenido altamente anticristiano y antibíblico; por ejemplo: Ellos son nuestros creadores, Jesucristo no es Dios, la Biblia no es la Palabra de Dios, el pecado no existe, el infierno es un malentendido, en el final todos seremos salvos y la raza humana debe acelerar su evolución tanto tecnológica como espiritual para evitar una catástrofe mundial. Por supuesto que siempre están ellos para ayudarnos a lograr esa evolución y de esa manera la humanidad pasará a un plano de iluminación y unidad que se conoce con el nombre de “Nueva Era”. Los mensajes también anuncian que un porcentaje de los habitantes del planeta serán arrebatados por naves espaciales y llevados a otros planetas para ser reeducados. Una vez logrado esto serán retornados a la tierra para vivir en armonía con el resto de la humanidad.[12] Por supuesto que se trata de los cristianos, que con su intolerancia impiden el desarrollo evolucionario del planeta.[13] Los cristianos sabemos que en el futuro se llevará a cabo el evento profético conocido como el “rapto” de la Iglesia. No sabemos cuando va a ocurrir, pero para cuando ocurra, los Nueva Eristas ya tienen una explicación pronta. Se le dará el crédito a los OVNIs. ¿Es posible que Satanás esté detrás de este falso rapto y esta falsa teología que se desprende del movimiento de los OVNIs? ¿Podría ser que Satanás esté usando todo esto para alejar a la gente de Cristo? Nosotros creemos que sí.
La Biblia y los Extraterrestres
La Biblia es extremadamente silenciosa en cuanto a la existencia de seres interplanetarios. Esto por sí solo es un indicio de que la existencia de estos es altamente improbable. Por el contrario, la Biblia es absolutamente definitiva en cuanto a otro tipo de creación aparte de los humanos, la creación angélica (Sal. 148:2, 5). Desde Génesis hasta Apocalipsis los ángeles de Dios son mencionados 108 veces en el Antiguo Testamento y 165 en el Nuevo.
Hubo un número de estos ángeles que se identificó con Satanás en su pecado y desobediencia contra Dios, tal es así que son llamados “sus” ángeles (Ap. 12:7, 9). El término en las Escrituras implica e indica que estos ángeles continúan y han sido confirmados en su carácter moral totalmente depravado, sin posibilidad alguna de redención (2 Pe. 2:4; Mat. 6:13; 13:19; 25:41; Jn. 8:34; 1 Jn. 5:18; Jud 6).[14]
Los conocidos apologistas Ron Rhodes y Norman Geisler escriben: “El diablo tiene gran poder para engañar a la gente (Ap. 12:9), para oprimir a aquellos que ceden ante él, y aun para poseerlos (Hch. 16:16). Es un supermaestro de la magia y un super científico. Con su vasto conocimiento de Dios, el hombre, y el universo, está capacitado para llevar a cabo ‘señales y prodigios mentirosos’(2 Tes. 2:9; cf. Ap. 13:13-14)”.[15]
¿Son reales los estraterrestres? La respuesta es “claro que sí”. Todo parece indicar que se trataría de seres y manifestaciones de otra dimensión, realmente extraterrestres, pero pertenecientes a la dimensión de los demonios. No olvidemos las palabras del apóstol Juan, muy apropiadas para el tema: “Amados, no creaís a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (1 Jn. 4:1b). <>
NOTAS
1. Jerry Bergman, The Acceptance of Evolution and a Belief in Life on Other Planets, Abstract, Creation Research Society Quarterly, Vol. 32, Sept. 1995, p. 71.
2. Life Magazine, http://www.duluthnews.com/news/day1/dnt/local/eh.htm
3. Roger Oakland Ministries, An Extraterrestrial Dilemma, Understand the Times, Sept. 10, 1996.
4. Ibid.
5. William Lane Craig, Apologetics — An Introduction, The Moody Bible Institute of Chicago, 1984, pp. 88-89.
6. “Comparing their Message with the Biblical Record”, http://www.letusreason.org/NAM26.htm
7. James S. Stambaugh, M.L.S., M. Div, Impact # 18, Vital Articles on Science/Creation, ICR, Feb. 1996.
8. “Lo que la Biblia dice sobre vida en otros planetas”, http://www.christiananswers.net
9. Chuck Missler/Mark Eastman, Alien Encounters, Koinonia House, 1997, p. 251.
10. Jaques Vallee, Dimensions, Ballantine Books, New York, NY, 1988, pp. 231-232.
11. Ibid., pp. 252-253.
12. Barbara Marciniak, Bringers of the Dawn: Teachings from the Pleiadians, Bear and Co., 1992, p. 3. y Tuella, Project World Evacuation, Inner Light Publications, edición 1993, pp. 16, 31, 118, 119, 128-129.
13. Timothy Green Beckley, Psychic & UFO Revelations in the Last Days, Inner Light Publications, New Brunswick, NJ, 1989, p. 69.
14. Bancroft, Elementhal Theology, Zondervan, cuarta edición, 1977, p. 323.
15. Geisler/Rhodes, When Cultists Ask, Baker Books, 1997, p. 310.
Autor: Pastor Pablo Santomauro
Fuente: http://pastordanielbrito.wordpress.com
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